La Estrategia Sanitaria Nacional de Prevención y Daños No Transmisibles, establecida el 27 de Julio de 2004 con RM Nº 771-2004/MINSA tiene como objetivo principal fortalecer de las acciones de prevención y control de los daños no transmisibles, llevadas en forma interinstitucional e intersectorial, con recursos técnicos posibles que facilite la prevención y atención de la salud de las personas en el País, en el marco de la Atención Integral de Salud.
Objetivo General.
Reducir la mortalidad causada por los daños no transmisibles priorizando Hipertensión arterial, Diabetes mellitus tipo 2, Cáncer y Ceguera.
Objetivos Específicos
•Promover la Atención Integral de los daños no transmisibles desde la prevención, detección precoz.
•Identificar la población en riesgo para los daños no transmisibles mediante la detección de sus factores de riesgo en la población en general.
•Fortalecer la organización de los servicios de salud en los Establecimientos de nuestra jurisdicción priorizando los escenarios epidemiológicos, mediante la capacitación de recursos humanos.
Según el perfil nacional de factores de riesgo, considerar la posibilidad de poner en práctica o fortalecer, según proceda, intervenciones para reducir los factores de riesgo de las enfermedades no transmisibles, por ejemplo:
Control del tabaco
a) Aumentar el precio del tabaco y su imposición fiscal.
b) Hacer cumplir las prohibiciones sobre publicidad, promoción y patrocinio del tabaco.
c) Advertir a la población de los peligros del tabaco.
d) Proteger a la población del humo de tabaco en los lugares públicos y los lugares de trabajo.
e) Prestar ayuda a quienes quieran dejar de consumir tabaco
Promoción de una alimentación saludable y de la actividad física
a) Formular y aplicar directrices nacionales sobre la alimentación saludable y la actividad
física.
b) Establecer o actualizar, en colaboración con el sector agrícola y otros sectores clave, una
política y un plan de acción nacionales en materia de alimentación y nutrición, haciendo hincapié en las enfermedades no transmisibles relacionadas con la dieta.
Reducción del uso nocivo del alcohol
Aunque hay intervenciones contra el uso nocivo del alcohol cuyas repercusiones positivas están demostradas, también se reconoce que, para que sean eficaces, las políticas e intervenciones deben aplicarse de forma acorde con los contextos institucionales, socioeconómicos, religiosos, culturales y tradicionales existentes, y teniendo en cuenta las limitaciones de recursos y capacidades.