VISTA ALEGRE

viernes, 14 de octubre de 2011

LA ENFERMEDAD PERIODONTAL Y SUS IMPLICACIONES EN EL EMBARAZO

Los cambios que se producen en el embarazo hacen a la futura mamá más susceptible a enfermedades periodontales. La higiene dental y los hábitos nutricionales adecuados destierran el viejo mito de que cada embarazo cuesta un diente.
Durante el embarazo se producen grandes cambios en la mujer a todos los niveles: en el aspecto físico, en el químico y en el psicológico. Esto hace que la cavidad bucal de la embarazada sea más susceptible a padecer gingivitis y caries.
Durante el embarazo se produce un aumento de las hormonas llamadas prolactina y estrógenos las cuales condicionan cambios en las estructuras de todo el organismo y, entre ellas, especialmente en los tejidos de la boca.
Estos tejidos aumentan la irrigación sanguínea y sufren una mayor capacidad inflamatoria ante los irritantes locales externos. Aumenta así la posibilidad de sufrir ciertas alteraciones como la gingivitis.
La placa bacteriana actuaría con más agresividad en unas encías cuyo estado está influido por las hormonas, la alimentación deficiente, el cambio de hábitos alimentarios o de pautas de higiene dental.
La gingivitis consiste en una inflamación de las encías que aparecen enrojecidas, edematosas, sensibles y con tendencia al sangrado espontáneo o por estímulos pequeños como el masticar o cepillarse los dientes.
Durante el embarazo esta alteración es tan frecuente y específica, que recibe el nombre de gingivitis del embarazo.
Esta es más evidente a partir del tercer mes de embarazo.
Si la mujer padecía previamente gingivitis o enfermedad periodontal, ésta empeora durante el embarazo.
Puede que no existiera previamente y se desencadene durante esta etapa. Si la gingivitis no se trata, puede evolucionar hacia enfermedad periodontal con lesión de los tejidos de unión del hueso al diente, pérdida parcial de hueso y riesgo de pérdida de los dientes.

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